Ser madre es una labor hermosa y a la vez retadora.

El vínculo con nuestra madre es el más importante en la vida, de la percepción de nuestro vínculo con la madre se forma la base de todas nuestras relaciones en el futuro.

Para las mujeres, la madre nos muestra el modelo de cómo comportarnos, cómo expresarnos, el amor por la vida y cómo relacionarnos con el ser mujer.

Para el hombre, la madre muestra el modelo de compañera que buscará en el futuro, la conexión con su mamá condiciona la relación con su pareja.

Las madres deseamos desde nuestro corazón dar lo mejor a nuestros hijos y que ellos lleven en el suyo por siempre los momentos hermosos, el amor y cuidado que procuramos darles.

Sin embargo la realidad, está lejos de ser así, y ni siquiera somos conscientes de esta realidad.

Las palabras, emociones, críticas, reacciones que recibe un hijo en su niñez de parte de su madre calan muy profundo en la mente y en el corazón del niño y es eso lo que realmente queda en la memoria, sin importar la intención de la madre.

En la etapa de la niñez que es donde más se necesita de la madre y la madre con todo el amor ofrece lo que ella cree mejor para sus hijos, pero esa buena intención no es suficiente, ya que el hijo puede percibir diferentes mensajes del comportamiento de mamá para con él, con ella misma y para con los demás y es ahí donde se forma la base de la relación consigo mismo, las relaciones de pareja y la relación con el dinero.

La madre transmite a sus hijos toda la información que tiene desde que el hijo está en su vientre hasta que crece, transmitiendo su percepción de la vida, del padre de su hijo, de las relaciones, del dinero, del trabajo, de TODO.

¿Entonces no es una locura decir que TODO en nosotros empieza por MAMÁ verdad?

Por ello es indispensable comprender que si hoy hay un conflicto o dolor en tu vida relacionado con la pareja, el dinero, el amor propio, la nutrición, el autocuidado, la relación con tu cuerpo; puedes encontrar y sanar la raíz de ello comprendiendo y transformando tu vínculo, pensamiento y emoción con MAMÁ.

Al Sanar tu vínculo con MAMÁ te das el permiso de hacerte cargo de ti, de que el árbol de tu vida crezca libre y prósperamente, y te concentres en lo que realmente quieres para tu vida.

Sanar a Mamá no requiere haberla conocido o tenerla cerca, Sanar a mamá significa reconocer, honrar, agradecer al ser que te dio la vida sin juicios, culpas, reclamos ni rencores y abrirte camino hacia tu propio destino.

Sanar a mamá es uno de los regalos más hermosos que podemos darnos y darle a la mujer que nos dio la vida. Al sanar a mamá nuestra vida empieza a florecer de una forma maravillosa.